El Arte de la Capoeira:
Durante el periodo colonial de brasil, donde se utilizaba mano de obra esclava originaria de África para el trabajo en los cañaverales y cultivos de café, bajo esta opresión, surge el arte de la capoeira como forma de resistencia cultural y guerrera. Muchas historias contaban que los esclavos practicaban este arte disfrazado en danza con el objetivo de esconder las reales intenciones de sublevación.
A lo largo del tiempo la capoeira paso por varios periodos, volviéndose parte de importantes eventos en la historia de Brasil como la participación de “capoeiristas” en la guardia real del primer Emperador y en la guerra del Paraguay. En la historia de la capoeira, a fines del siglo XIX, también existieron momentos poco prestigiosos donde estuvo fuertemente ligada al vandalismo y delincuencia, lo que promovió la marginación por la sociedad de la época y consecuentemente su posterior prohibición que duro desde el inicio del año 1800 hasta 1930 donde fue reconocido como deporte nacional.
Este arte es caracterizado por movimientos de destreza y agilidad corporal, se diferencia de las artes marciales orientales en lo que refiere a doctrina y métodos de entrenamiento.
Normalmente entre las artes marciales el entrenamiento tiene como único objetivo superar límites tanto físicos como mentales, valorizando mucho la individualidad donde un contrincante debe tratar de ganar a su oponente. En el entrenamiento de la Capoeira los participantes dependen uno del otro para que se realicen todas las actividades que componen este arte donde los participantes deben tocar instrumentos, ayudar en el ritmo con las palmas y coro, creando un circulo y ambiente donde se realiza el “juego”.
La principal característica es el trabajo en equipo donde todos son dependientes y los contrincantes no entrenan con el objetivo de vencer pues las únicas intenciones son mostrar destreza y agilidad corporal. De esta forma surge una actividad lúdica y no una lucha, enseñando a los alumnos de que la ayuda y armonía entre las personas son vitales para el desenvolvimiento cotidiano. Sin embargo con este tipo de entrenamiento el exponente también adquiere las habilidades que capacitan para defenderse de un agresor real.
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